LA FUGA son Pedro (voz y guitarra), Nando (guitarra),
Raúl (bajo) y Edu (batería): un grupo de Reinosa (Cantabria) con más de
500 conciertos a sus espaldas en una decena de giras, 9 discos publicados
hasta la fecha, y una historia de constancia y rock and roll. Una banda
cuyo esfuerzo ha situado en lo más alto del panorama de la música estatal,
y cuyo comienzo se remonta a hace casi 15 años.
En el verano de 1996, más que el sofocante calor del
olvidado sur de Cantabria, es la rutina como desolador panorama lo que
provoca que cuatro músicos confluyan sus inquietudes en LA FUGA. Rulo (voz
y guitarra), Iñaky (bajo), Edu (batería) y Fito (guitarra), que ya habían
buscado anteriormente una vía de escape por separado en la música,
empiezan juntos a dar conciertos con versiones de grupos de rock
nacionales. Reinosa, conocida por su lucha obrera y sus inviernos, a cual
más combativo, forjó desde el principio el carácter especial de una banda
curtida con el corazón y los instintos. Simplemente confiando en sí
mismos, LA FUGA, que por encima de todo sostenían la validez del directo
en el rock, grabaron su primera maqueta "El camino" (1997), como un
pretexto para seguir presentándose ante el público. En el primer álbum se
rescatarían cuatro temas de aquella primera maqueta y años después
llegarían a ser seis por insistencia de sus seguidores.
El disco "Mira" (1998), grabado en los estudios
Sonido XXI de Esparza de Galar y editado por FAK Records, sería la
verdadera grabación de debut. Incluía temas que alcanzaron la categoría de
himnos como "Primavera del 87", "Por verte sonreír" o "Al
pie del cañón". "Mira" supuso, además de la primera gira de
presentación más allá de los límites de Cantabria, la llegada de un nuevo
guitarrista, Nando, y el abandono temporal de Fito, que regresaría a
finales de año a partir de un concierto benéfico recogido en la grabación
"Un juguete por Navidad". Un año después, a las puertas de su
segundo trabajo discográfico, Iñaki dejaría el grupo por discrepancias con
el resto. Como ni la ansiada compañía que apoyase su siguiente grabación
ni el bajista adecuado llegaban, el grupo, sin abandonar ni la carretera,
ni el local, ni su férrea opción de vivir por y para la música, toma en
pocos meses una doble decisión que marcaría su carrera: ajustarse como
cuarteto pasando Rulo a ocuparse del bajo, y autoproducirse su segundo
disco "A golpes de rock and roll" (2000).
Si el marco característico de LA FUGA eran en ese momento
sus letras, una nutrida colección de amores, desencuentros y noches
compartidas, como "P’aquí p’allá", "Hasta nunca", "Pedazo
de morón" o "Los de siempre", la auténtica marca distintiva
empieza a ser un estallido de directo potente, siempre en comunión con el
público. Ese sonido y esa complicidad animarían a Javi y Juanan San Martín
—propietarios de Sonido XXI donde el grupo había grabado todo su material—
a apostar por LA FUGA para su sello discográfico, EDG Music, con quien
sacarían su siguiente disco. "A las doce" (2001) consolidaría la
madurez de la banda, brindaría varias melodías donde toda su generación y
las posteriores pudieran vociferar sus desvelos y poner banda sonora a sus
noches ("Pa volar", "Conversación habitación",
"Majareta", una nueva versión de "P’aquí p’allá") y subiría
a los de Reinosa a los escenarios más importantes del país. No conseguirlo
hubiera sido injusto para quienes, desde arriba y desde abajo de las
tablas de una escena del llamado rock estatal que a finales de los 90
parecía agotada, confiaban en escuchar algo nuevo.
Al finalizar la gira de "A las doce", DRO East
West había olido el rastro de éxito que habían dejado los cántabros y
tenían ganas de completar la embestida de rock en español que lanzaban
desde su sello tras los recientes fichajes de otros grupos estandarte del
panorama estatal; el ariete definitivo sería LA FUGA con su nuevo álbum,
"Calles de papel" (2003). La tempestuosa voz de Rulo en el
escenario, el dominio de Nando de la guitarra, la presencia de Fito y la
solidez rítmica de Edu, habían ensamblado una maquinaria casi perfecta que
engrasada con el sudor del trabajo recorrería la península y las islas en
una gira de presentación con más de 80 conciertos en los que convertían el
rock and roll en un arte engañosamente sencillo ajeno a las modas
musicales pasajeras. El objetivo no era sorprender a sus seguidores, sino
conectar con ellos, y LA FUGA lo conseguía. Después de la gira más extensa
del grupo, llegaría el quinto trabajo de estudio. "Negociando
gasolina" (2005), fue el disco con el que las cifras de venta
confirmaron el estatus de LA FUGA en primera línea del rock estatal. La
buena acogida y la intensa gira sentaron las bases de una particular
relación con el gran público, fuera incluso de los festivales y medios
especializados. "Buscando en la basura", "Amor de
contenedor" o "Heroína" (versión de LOS CALIS) se convertirían
a partir de entonces en temas imprescindibles en el repertorio. Todo el
trabajo había valido la pena; los cuatro destilaban la ejecución exacta de
sus roles, y su combinación escénica generaba una energía casi
imbatible.
Los 10 años de la banda se celebraron con un doble regalo
para los seguidores del grupo, ideado inicialmente en conjunto pero
editado por separado: "En directo" (2006), un disco grabado en la
sala Aqualung (Madrid) para quienes venían reclamando una grabación
acompañada de público que evidenciase con toda su fuerza el escenario como
entorno natural de LA FUGA; y "Nubes y claros" (2006), un
experimento acústico, un proyecto intimista, poco convencional y melódico,
que presentaron en una pequeña gira por teatros. Ambos discos definieron
las dos caras de la carrera de una propuesta que convencía y emocionaba
con la misma facilidad. Cerrarían el año 2007 con la primera gira por
Latinoamérica, visitando Argentina, Uruguay y Chile. Tras casi tres años
sin presentar material inédito, "Asuntos pendientes" (2008) salda
la deuda contraída con quienes esperaban nuevos temas de los reinosanos.
En la misma línea que sus anteriores trabajos, el desamor y el amor de
"Jaleo" y "Los molinos", la melancolía de "No sólo
respirar" y "Malos pensamientos", o la denuncia social (desde
el otro lado del charco en el caso de "Villa Miseria") vuelven a
centrar 11 nuevas canciones que serían la excusa para girar durante varios
meses por España y Sudamérica.
En octubre de 2009 se anuncia el abandono de Rulo —que
emprende su carrera en solitario— y la intención del resto de la banda de
continuar adelante. Tras un invierno de búsqueda y trabajo, en el que Fito
decidió desvincularse temporalmente de la música, en 2010 LA FUGA presenta
a Pedro (ex—MR. FYLYN) como nuevo vocalista y a Raúl Serrano como bajista.
Una gira de dos meses en septiembre y octubre presenta al público la nueva
formación y da paso a la grabación del noveno álbum de la banda:
"Raíces" (2011). Un disco enérgico y optimista que supone un
reencuentro con la garra y la honestidad rockera, las que fueran las señas
de identidad del grupo desde sus orígenes; un trabajo tenaz que aúna la
calidad de la experiencia, la frescura de las ganas renovadas y el aliento
de las colaboraciones de miembros de dos bandas que marcaron los
principios de LA FUGA: BARRICADA y LOS SUAVES.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario